martes, 1 de septiembre de 2009

La obra de Antonio Solórzano se despide de Santillana del Mar


La agenda cultural de la Sala de Exposiciones continúa su intenso ritmo, de ahí que en unos días, Antonio Solórzano se despida de Santillana del Mar. La vuelta del artista a la Villa tras cinco años de paréntesis artístico en el curriculum de salas de Cantabria ha sido de lo más especial.


Su regreso de creación desbordada se ha visto acentuado por el reconocimiento que ha obtenido su obra en las galerías de Londres, Roma y París. Se nota el bagaje cultural del pintor que ha hecho que a Santillana del Mar llegue un mundo de lo más enriquecedor, en el que no faltan desde escenas de tauromaquia, hasta carnavales en Venecia, pasando por estampas rurales y rincones de la Villa.


El artista se tiene que sentir orgulloso pues ha conseguido llegar a lo más alto, impulsado por su gran tenacidad, ambición y ganas de agradar y sobre todo por tener unos buenos cimientos que arrancan desde su tierra natal Bujalance, cuanto utilizó sus primeros pinceles a la edad de 11 años de la mano de Salvador Sabater.


Los temas tratados en la obra de Solórzano adquieren belleza, equilibrio y serenidad, llevando su pintura a cotas sólo al alcance de algunos elegidos. Creador de una belleza formal y poética que transmite grandes sensaciones al espectador, realizada con una gran soltura, seguridad y personalidad.


Instalado desde hace algunos años en la noble villa jimenense de Lopera, un pueblo que le acogió con los brazos abiertos, como si fuese un hijo más de nacimiento, allí vive realizando una labor encomiable, transmitiendo su buen hacer y sus conocimientos a un numeroso grupo de jóvenes, que admiran profundamente a su maestro.


La exposición se despide de la Villa, el 2 de septiembre. Hasta entonces podrá ser visitada, en horario de 10:00 horas a 13:30 horas y de 17:00 a 21:00 horas. La entrada es libre y gratuita.


Fuente: SantanderCiudadViva


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