miércoles, 26 de agosto de 2009

La villa rozó el “completo” a principios de agosto


La ocupación hotelera durante los veinte primeros días de agosto fue muy satisfactoria, a pesar de la crisis, con una ocupación plena en muchos de los días transcurridos del mes y con un alto índice durante la tercera semana, decayendo la ocupación a partir del lunes 23, a la vista de la demanda de reservas. Menos alegrías se registran en las cantidades que los turistas se dejan en las tiendas y restaurantes. En este sentido, las opiniones son más variables.


Según datos procedentes del sector de hostelería es, una vez más, a partir de la festividad de Santiago cuando se inicia una afluencia masiva que cristaliza con el desbordamiento de la capacidad hotelera del municipio durante las tres primeras semanas de agosto. Nuevamente, señalan los industriales de hostelería, se está constatando y comprobando la estacionalidad del turismo veraniego que acude en fechas concretas del verano y en períodos cortos, de cuatro o cinco días, siendo costatable la gran movilidad de los usuarios.


A pesar de que la villa se está viendo desbordada en cuanto a afluencia numérica de visitantes se refiere, surge la discrepancia a la hora de evaluar los servicios de restaurantes y tiendas. Los datos se han visto muy mermados pese a la masiva presencia de visitantes en el núcleo monumental de la villa, habiéndose olvidado las famosas colas de espera para acceder a los comedores. Cabe recordar que los restaurantes ofertan menús a partir de nueve euros.


Atascos en el cruce


En determinadas horas del día han vuelto a producirse los consabidos atascos y retenciones originados por los miles de vehículos que acuden en esta época del año a visitar Santillana del Mar como punto de destino. Los atascos son originados por los numerosos vehículos que vienen a visitar la zona y buscan plaza de aparcamiento, en estos momentos escasas a pesar de la las casi tres mil de que se disponen en la villa y su entorno.


Del mismo modo, se ha podido constatar el poco uso que el visitante realiza de la nueva carretera de circunvalación a la villa. Parace que los conductores prefieren esperar para superar las retenciones y dirigirse, a continuación, hacia sus destinos en Comillas, Oreña u otros puntos por la carretera de siempre.


Fuente: El Diario Montañés


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